Radio América. “Muchacha se quita la vida tras perder choque con taxista”, fue el título de un artículo en un medio de comunicación que llamó la atención de la exdirectora de Medicina Forense, Julissa Villanueva.
La médico forense cuestionó en su red social que “la investigación criminal es un reto grande en Honduras y que es una verdadera pena que los medios de comunicación concluyan a priori de que hay un suicidio en una joven simplemente porque se aparenta un disparo autoinflingido”.
El pasado lunes por la noche el cadáver de una joven fue encontrado cerca de la residencial Villa Mercedes de la zona norte.
La víctima de nombre Katia Gissel Cardona Sosa de 27 años de edad, presentaba un disparo en la cabeza.
El medio alude que, según información brindada por agentes policiales, la joven antes de morir de un disparo en la cabeza, habría chocado su vehículo con un taxi.
Y al ser ella la supuestamente culpable de tal hecho, acordó con el conductor del taxi saldar la deuda por los daños a la unidad. Luego, se habría orillado y sacado un arma para dispararse en la cabeza.

Ante esta versión Villanueva manifestó que con la imagen fotografía de la escena, se puede analizar que el arma está colocada en su mano izquierda debajo del gatillo y que no hay ninguna mancha de proyección de sangre sobre el dorso de su mano izquierda, “si es de la que supuestamente se disparó”.
Las muertes violentas de mujeres en el país dejan el claro mensaje que la investigación criminal en Honduras es “defectuosa, imperfecta y muy limitada”, agregó la médico forense.