Radio América-EFE. El arzobispo de Tegucigalpa, el español José Vicente Nácher, destacó este Domingo de Resurrección la victoria de Jesús sobre la muerte, su presencia en la eucaristÃa, y afirmó que Cristo ha penetrado en «las entrañas» de la humanidad, abriendo sus heridas y sanándolas con amor y esperanza.
«Cristo vive y yo vivo con él. Estoy vivo porque amo y espero como él. Ese es el significado de un encuentro de dos personas, pero al mismo tiempo el encuentro universal de Jesucristo con la humanidad entera, porque Cristo está vivo, el amor vive en todos los que le aman», subrayó Nácher durante la misa del Domingo de Resurrección, que marca el final de la Semana Santa y que ofició en la catedral metropolitana.
El religioso destacó que, con la resurrección de Cristo, la esperanza en él «vence toda oscuridad» y enfatizó que el resucitado «no queda en el pasado, sino que está presente. Cada eucaristÃa es un presente de Dios», por lo tanto, el presente «tiene futuro, el futuro de Dios, y ahà está nuestra esperanza».
El obispo español expresó que el ser humano «vive para amar, como Dios lo ha amado» y que el pecado «no forma parte de su vocación, sino solo de su condición pasajera».
Derrota del mal
«La muerte de Jesús parecÃa el fracaso de la esperanza, pero en verdad es un fundamento, ya que Cristo en su pasión arrastra el mal y lo derrota, un mal que no dejará de existir, pero que no tiene la última palabra, el maligno ha sido vencido, la humanidad ha sido salvada», afirmó.
Nácher aseguró que Jesús «ha entrado en las entrañas de la humanidad, ha abierto sus heridas y las ha sanado con el aceite del amor y el pino de la esperanza».
«El cristianismo no es una carrera de velocidad, sino de profundidad (…), tenemos prisa, tenemos la prisa del amor, del deseo del encuentro con Jesús resucitado», añadió.
El arzobispo preguntó a los fieles: «¿En qué consiste la vida? Jesús nos dice que se trata de dar la vida. Esto es lo que nos ha enseñado en esta Semana Santa, y dar la vida es la mejor definición del amor».
Además, resaltó que «vivimos porque nos amamos» y que la familia existe gracias a ese amor, «no porque esté en las mejores condiciones».
«Hay patria porque amamos a la patria. Eso es lo que mantiene viva nuestra nación: el amor que le tenemos. Mientras sigamos amando a nuestra patria, ella está viva; vive en nosotros, y nosotros vivimos en ella», sostuvo Nácher. EFE.
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