-Un informe del Foro Nacional de Convergencia (FONAC), reveló este domingo que más de 100 centros de triaje y estabilización han suspendido labores en diferentes municipios del país.
Lo que a criterio de esta plataforma de la sociedad civil se constituye en un mayúsculo problema ya que hace incrementar la demanda de servicios hospitalarios en los nosocomios de los más importantes centros urbanos de Honduras.
“Durante este mes de junio, el número de triajes cerrados fue de 109, o sea, 20 más que el mes de mayo, lo que es una señal inequívoca que la atención en los municipios a los pacientes sospechosos o contagiados de la COVID-19, se reduce” dijo el secretario ejecutivo del FONAC, Omar Rivera.
Según su opinión, esto automáticamente incrementa la presión a los hospitales principales debido a la tendencia ascendente en el cierre de triajes, pues mientras en abril la cantidad de triajes sin operar era 72, en mayo fue de 89 y ahora 109.
El dirigente de la sociedad civil señaló que “la principal causa para el cierre de estos triajes es que las municipalidades no tienen suficientes recursos para financiar la operatividad y/o sostenibilidad de los centros, ya que, sea porque no liquidaron las transferencias que originalmente se les había asignado para el funcionamiento de estos establecimientos, porque ha habido atrasos en el depósito de los recursos de segundas transferencias”.
“Los montos presupuestarios ahora son menores de los originales, porque ya se concluyó con el programa de apoyo gubernamental Fuerza Honduras en algunas localidades o porque a las autoridades edilicias se les hace imposible mantenerlos abiertos con los limitados recursos propios del erario local”.
Advirtió “que el problema no solamente está relacionado con el funcionamiento o no de los centros de triaje y estabilización en los municipios, sino que ya tienen deudas de hasta tres meses de salarios no pagados a médicos, enfermeras y personal auxiliar, y se arriesgan a tener problemas legales en el corto plazo sino cancelan”.
“Ya sea que el problema se constituya en una complicación propia del ámbito administrativo burocrático de liquidación o procesamiento de desembolso, o que los recursos transferidos ahora son menos o limitados”.
“No importa cuál sea la problemática, lo que sí es un imperativo categórico es que los funcionarios gubernamentales y las autoridades municipales, superen cualquier diferencia y se avoquen a reabrir estos triajes para que -en la base territorial- se hagan las evaluaciones clínicas, apliquen pruebas, se estabilice a pacientes en condición leve y moderadas y se dispense los tratamientos ambulatorios de medicamentos como el MAIZ” manifestó.
“Por lo menos el 2020 y en el presente año, los centros de triaje y estabilización han sido un mecanismo de contención de la demanda de servicios hospitalarios en el país, muy especialmente hacia aquellos hospitales del Valle de Sula y el Municipio del Distrito Central (MDC)”.
En tal sentido, dijo, mantener cerrados los triajes es -automáticamente- provocar un congestionamiento de los ubicados en San Pedro Sula y Tegucigalpa, y en otros centros urbanos como Choluteca, Comayagua, Santa Rosa de Copan, La Ceiba, Juticalpa y Danlí, entre otros.
Agregó que sería estratégico implementar triajes intermunicipales como los que se están implementando en el departamento de Ocotepeque, en la acción mancomunada de Dolores Merendón, Sinuapa, Santa Fe, Concepción y la cabecera departamental.
Indicó que esto permitiría disminuir los costos de operación y servir a varias comunidades de diferentes municipios; además, se hace indispensable aumentar la capacidad de atención en los centros de estabilización de la conurbación de la región del Valle de Sula y el MDC, para atender a mayor cantidad de personas contagiadas con la COVID-19, en condición leve y moderada.
De esta manera también disminuir la presión a los hospitales generales y de especialidades, lo que implicaría dotar de mayor cantidad de equipamiento para oxigenoterapia y tratamientos de medicamentos MAIZ Triple A y CATRACHO.
Rivera, también puso de relieve el hecho que se constituye indispensable que las autoridades de la Secretaría de Salud vayan paulatinamente asumiendo la responsabilidad de atender a los pacientes COVID-19, en condición leve y moderada.
En los municipios, dijo, por décadas la red primaria fue abandonada y en frente a esta pandemia de la COVID-19, las falencias de la misma han brotado y se ha mostrado incapaz de responder a la altura de las circunstancias.
“Llegó la hora de fortalecer a las unidades de salud que están tierra adentro, cerca de las comunidades, muy cerca de la población”.
“No es ni factible ni correcto que los gobiernos locales estén a cargo, de forma permanente e indefinida, de la atención a los pacientes afectados por el nuevo coronavirus en las circunscripciones municipales; ahí quien debe asumir el liderazgo, el deber y la responsabilidad es la autoridad central de la Secretaría de Salud, como corresponde, a través de la red de atención primaria, para lo cual se les debe fortalecer con recursos humanos, materiales y logísticos, así como con equipamiento y medicamentos a los centros de salud y otras unidades asistenciales en territorio” indicó.
Asimismo, el titular del FONAC, planteó que “de frente al nuevo gobierno se debe avanzar hacia el diseño e implementación de un nuevo sistema de salud que garantice generalizada cobertura, óptima calidad y una adecuada articulación entre la Secretaría de Salud, el Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS) y las entidades privadas que prestan servicios médicos y hospitalarios.
“Ya hay algunos avances en esa materia, ya existen muchos estudios y opciones de modelo a seguir, ahora solo falta que los diferentes actores de la sociedad y las autoridades que asumirán las riendas en el país a partir del 2022, las puedan volver una realidad con el acompañamiento de los diversos sectores de la sociedad hondureña”, concluyó