El Gobierno de Honduras y el Fondo Monetario Internacional (FMI) alcanzaron este viernes un acuerdo técnico sobre las políticas y reformas necesarias para completar la tercera revisión del acuerdo, firmado en 2023, cuya aprobación en junio daría al país centroamericano un desembolso de 155 millones de dólares.
«Las autoridades hondureñas y el equipo del FMI han alcanzado un acuerdo a nivel de personal técnico para concluir con éxito la tercera revisión de los acuerdos en el marco del Servicio de Crédito Ampliado (SCA) y el Servicio Ampliado del FMI (SAF)”, dijo el jefe de misión, Ricardo Llaudes, en una declaración.
Según el organismo, «la aprobación de la revisión por parte del Directorio Ejecutivo del FMI, prevista para junio, permitiría un desembolso de aproximadamente 155 millones de dólares».
Llaudes destacó que, “a pesar de la incertidumbre mundial excepcionalmente elevada», Honduras y el FMI coincidieron en que la economía hondureña sigue siendo «resiliente» y que los resultados de la política macroeconómica hasta finales de diciembre de 2024 fueron acordes a los objetivos del programa.
Señaló que el crecimiento sólido del 3,6 % en 2024 y que la inflación, que alcanzó el 4,5 % en marzo, se mantiene dentro del rango tolerable en relación con el objetivo del Banco Central de Honduras (BCH).
Además, mencionó que las reservas internacionales han aumentado considerablemente, gracias a “la exitosa emisión de un bono soberano externo, desembolsos de la banca multilateral y ajustes en las políticas monetaria y cambiaria, que también han contribuido a moderar el crecimiento del crédito y a reequilibrar la economía”.
“Las autoridades reiteraron su compromiso con una combinación de políticas macroeconómicas prudentes y su disposición a tomar medidas inmediatas para garantizar el éxito de su programa económico respaldado por el FMI”, subrayó.
Permanecer alertas para fortalecer resiliencia
En un contexto mundial “muy incierto”, las conversaciones entre las autoridades de Honduras y el FMI se centraron en la necesidad de estar «alerta en las políticas y reformas» que fortalezcan la resiliencia del país.
La política fiscal seguirá siendo “prudente” para facilitar las inversiones y el gasto social necesarios en Honduras, donde el presupuesto público de 2025 proyecta un déficit del 1,5 % del Producto Interno Bruto (PIB) y contempla un margen adicional para inversiones en carreteras, salud, educación y en el sector energético, según el comunicado.
El FMI considera “esencial redoblar los esfuerzos para robustecer el gasto social” y señala que el programa ‘Hermano, hermana, vuelve a casa’ apoya a los migrantes retornados de manera efectiva, aunque advierte que se requieren “mayores esfuerzos” para ampliar y regularizar las transferencias monetarias.
El organismo internacional precisó que “una mejor focalización” de los subsidios hacia los sectores más vulnerables liberaría recursos para reforzar la asistencia social, y recomienda al BCH permanecer “alerta para mantener la inflación anclada” a su objetivo y proteger las reservas internacionales.
«Los ajustes en las políticas monetaria y cambiaria han ayudado a reducir la brecha entre la demanda y la oferta de divisas”, enfatizó el FMI, que augura que el tipo de cambio de la moneda local continuará determinado por los fundamentos macroeconómicos, respaldado por el régimen cambiario de banda móvil.
Resaltó que las reformas del sector energético son “fundamentales” para apoyar el crecimiento económico a largo plazo, y que las “ambiciosas” inversiones en transmisión y distribución de energía han comenzado a “dar resultados” al aumentar la fiabilidad y reducir los costos de electricidad y las pérdidas técnicas.
El FMI subrayó que, para fortalecer la lucha contra el lavado de dinero y el financiamiento del terrorismo, es crucial que el Parlamento hondureño apruebe enmiendas a las leyes pertinentes y normativas que establezcan un registro de empresas que incluya información acerca de los beneficiarios finales. EFE