Xinhua-Radio América. Marvin Javier Cubas, un hondureño deportado recientemente desde Estados Unidos, lamentó el trato inhumano que recibió al ser detenido por la policía fronteriza y la exposición que tuvo al nuevo coronavirus (COVID-19).
«Ni tan solo una prueba del coronavirus nos hicieron, ni tan solo una mascarilla nos entregaron, solo nos tomaron las huellas cuando nos detuvieron en Texas», dijo Cubas en diálogo telefónico con Xinhua, mientras permanece en un albergue aislado en Tegucigalpa por sospecha de tener el COVID-19.
«No nos dan agua, ni comida, nos tiran para atrás como si fuéramos unos perros, no revisan si tenemos temperatura, se lo juro por lo más sagrado, que son mis hijas, que ni una pastilla nos dan ya pueden vernos enfermos», amplió el migrante.
Javier Cubas salió desde el municipio de Siguatepeque, en la región central de Honduras, el 10 de marzo junto a dos amigos y todos fueron detenidos por agentes estadounidense en Texas.
Agregó que cuando fueron detenidos no fueron trasladados a un albergue sino que fueron puestos en una casa de campaña a la intemperie, donde perdieron todas sus pertenencias.
«Yo iba dislocado del hombro, me dijeron te vamos a subir al carro y te mandamos a México para que regreses a Honduras», indicó.
El migrante destacó que en México, al igual que Honduras y otros países centroamericanos, están expuestos a una propagación mayor del coronavirus porque cuando los detienen en la frontera de Estados Unidos no revisan su estado de salud y solamente son enviados a sus países.
En el estado norteño de Tamaulipas, México, el 16 de abril se reportaron 16 casos positivos de coronavirus, de los cuales seis eran hondureños, lo que encendió las alarmas de las autoridades hondureñas.
Cubas indicó que por fortuna al llegar a Honduras reciben toda la atención necesaria en albergues especiales que se encargan de su salud y de tener las condiciones adecuadas mientras pasan por una cuarentena y regresan a sus pueblos.
Al respecto, la vicecanciller hondureña, Nelly Jerez, dijo a Xinhua que los migrantes «hacen su cuarentena obligatoria para garantizar su seguridad y la de sus familias cuando regresen a sus pueblos.
La Secretaría de Relaciones Exteriores ha dispuesto seis centros de aislamiento en la norteña ciudad de San Pedro Sula y cinco en Tegucigalpa, uno de ellos en la Villa Olímpica donde se pueden albergar más de 500 personas.
Los protocolos que se siguen en los llamados Centros de Aislamiento Temporal (CAT) han sido delineados con la Organización Internacional de las Migraciones (OIM), el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), la Cruz Roja Internacional y Unicef.
Hasta ahora, Honduras registra 2,100 casos positivos y 116 decesos, la mayoría en los departamentos de Cortés y Atlántida, en el norte, y Francisco Morazán en el centro del país.
Fuente: xinhua