Radio América. Luego que la Confraternidad Evangélica de Honduras firmara con el presidenciable Nasry Asfura, un acuerdo de respeto a la vida, no al aborto, en contra del matrimonio del mismo sexo y un convenio de paz antes y después de las elecciones generales, el reverendo Mario Fumero, dijo que la iglesia como institución no debe intervenir en asuntos polÃticos.
«Cuando la Confraternidad Evangélica actúa en nombre de los evangélicos haciendo convenio con partidos polÃticos o con un candidato, pues eso se vuelve un parcialismo», cuestionó fumero en Radio América.
«No podemos comprometer el testimonio de la Iglesia Evangélica con ningún candidato o partido, aunque personalmente cada pastor o miembro tiene el derecho de identificarse», enfatizó.
Sin embargo, indicó que, «la iglesia es una institución apolÃtica tal como lo enseñó Jesucristo y estipula la Construcción de Honduras en el artÃculo 77, y, por tanto, no podemos servir a dos señores».
Además, agregó que «cuando la Confraternidad Evangélica firma un acuerdo con un partido, entonces encontramos un alineamiento ideológico con un lado, pero la iglesia debe sobrevivir con el reino de arriba y no lo terrenal».
Fumero es del criterio que la iglesia debe llamar a los hondureños a la paz, la prudencia y al respeto de opiniones sin usar la violencia, pero no firmar convenios con partidos polÃticos.
El religioso recalcó que los pastores pueden orientar a sus miembros a discernir respecto a qué candidato puede ser el mejor para el paÃs, pero sin clientelismo y parcialismo, es decir, desarrollar criterios y no definir posiciones polÃticas.
«Yo no creo que la Confraternidad Evangélica debe actuar sin consenso de todas las iglesias, porque eso serÃa unilateral al momento de firmar un acuerdo con una corriente polÃtica», exhortó Mario Fumero.
Subrayó que la iglesia tiene que mantenerse neutral en situaciones polÃticas, respetando la libertad de conciencia y de elección, y no alinearse con ningún partido porque no es saludable en este momento que Honduras vive conflictos y discrepancias, por ende, es mejor la prudencia.
Con información de Lesman AnÃbal Morazán