EFE- El Kremlin aseguró hoy que Rusia no quiere una tregua provisional, ya que eso únicamente servirÃa como «respiro» para el ejército ucraniano, sino un «arreglo pacÃfico duradero».
Una tregua «no es otra cosa que un respiro provisional para los soldados ucranianos. Nada más (…) Nuestro objetivo es un arreglo pacÃfico duradero que tenga en cuenta los intereses legÃtimos de nuestro paÃs», dijo Yuri Ushakov, asesor internacional del Kremlin, al canal de televisión RossÃa 1.
Ushakov aseguró que asà se lo manifestó el miércoles por teléfono al asesor para Seguridad Nacional de Estados Unidos, Mike Waltz.
«30 dÃas de respiro provisional. ¿Qué nos da? No nos da nada. Sólo da oportunidad a los ucranianos para reagruparse, recuperar fuerzas y continuar de la misma forma», dijo.
El diplomático subrayó que «dadas las circunstancias, a mà me parece que nadie necesita pasos que imiten acciones pacÃficas».
«Esto está lejos de ser ese arreglo duradero del que hablamos constantemente», comentó.
A su vez, no descartó que el presidente ruso, VladÃmir Putin, aluda a este asunto durante la rueda de prensa que celebrará hoy tras la reunión en el Kremlin con su colega bielorruso, Alexandr Lukashenko.
«Nuestras preocupaciones son conocidas. Los americanos y nosotros consideramos que no se puede ni hablar de la OTAN en el contexto del arreglo ucraniano, del futuro de Ucrania», dijo.
Ushakov hizo estas declaraciones tras la llegada este jueves a Rusia del enviado especial de EE.UU. para Oriente Medio, Steve Witkoff, que viajó a Moscú para hablar tanto del arreglo de Ucrania como de la normalización de las relaciones bilaterales.
Al respecto, no confirmó ni descartó que Putin vaya a recibir a Witkoff en Moscú, ya que -precisó- las negociaciones ruso-estadounidenses tendrán lugar a puerta cerrada.
«Instamos a los rusos a adherirse a este plan. Esto es lo más cerca que hemos estado de la paz en esta guerra. Estamos en la lÃnea de las 10 yardas y el presidente (Trump) espera que los rusos nos ayuden a llevar esto a la zona de anotación», aseguró Karoline Leavitt, portavoz de la Casa Blanca. EFE