ParÃs, 2 jul (EFE).- Pese al descenso de la intensidad de los disturbios constatado anoche, el Gobierno ha ordenado nuevamente desplegar un extenso contingente de seguridad compuesto por 45.000 agentes, en una jornada que ha estado marcada por la indignación ante el ataque a la familia de un alcalde.
«Esta noche, por tercera noche consecutiva, 45.000 policÃas están movilizados por toda Francia para asegurar de manera duradera la vuelta del orden público. La movilización de las fuerzas de seguridad internas continúa. No decae», transmitió el Ministerio de Interior francés a través de Twitter.
Durante la pasada noche, al menos 719 personas fueron detenidas, 45 policÃas resultaron heridos, hubo 871 incendios en la vÃa pública y desperfectos en 74 edificios, según las autoridades francesas.
Pese a lo abultado aún de las cifras, el Ministerio de Interior ha confirmado que la última noche fue «más tranquila» que las precedentes.
La anterior -en la que las autoridades ya habÃan constatado una bajada de intensidad de los incidentes frente a los dÃas precedentes- habÃa dejado un total de 1.311 arrestos, 79 policÃas heridos y más del doble de incendios en las calles y de edificios vandalizados que los reportados esta mañana.
En paralelo al despliegue de seguridad para la noche, el presidente Emmanuel Macron está encabezando una reunión en el ElÃseo a la que estaban convocados la primera ministra, Élisabeth Borne, y varios de sus ministros.
De acuerdo a fuentes del ElÃseo, la convocatoria tenÃa por objeto hacer una evaluación detallada de la situación actual, tanto a nivel de seguridad como judicial y de impacto general de los disturbios.
INDIGNACIÓN POR UN ATAQUE A LA FAMILIA DE UN ALCALDE
Lo que sà que causó hoy una gran conmoción fue un incidente ocurrido en el marco de los disturbios en L’Haÿ-les-Roses, en la periferia sur de ParÃs. AllÃ, el alcalde, Vincent Jeanbrun, sufrió de madrugada un ataque a su residencia familiar.
Mientras él trabajaba en el Ayuntamiento, unos individuos a los que se busca por intento de asesinato lanzaron un coche en llamas contra la casa, en la que se encontraban sus hijos, de 5 y 7 años, y su esposa. Uno de los niños tuvo que ser atendido por lesiones, al igual que la madre, con una fractura en la pierna.
«No tengo palabras lo bastante fuertes para describir mi conmoción ante el horror de esta noche. Pero la única forma de hacer aceptable lo inaceptable es que no sea para nada», manifestó el alcalde en un comunicado a primera hora.
Este episodio provocó una fuerte indignación social y la condena rotunda de la clase polÃtica francesa.
«No dejaremos pasar nada. Estaremos al lado de los alcaldes», subrayó esta tarde la primera ministra francesa mientras visitaba L’Haÿ-les-Roses.
En repudio a este episodio, la Asociación de Alcaldes de Francia ha llamado a que se hagan concentraciones ante todas las sedes municipales del paÃs este lunes al mediodÃa.
El detonante de esta oleada de altercados fue la muerte de un joven de 17 años y ascendencia árabe llamado Nahel, que recibió un disparo mortal por parte de un policÃa cuando trataba de huir de un control policial en Nanterre el dÃa 27.
Las imágenes del incidente, grabadas por testigos, desataron una fuerte indignación en el paÃs, lo que degeneró en disturbios, sobre todo en los barrios populares de las grandes ciudades y en el cinturón metropolitano de ParÃs.
Este domingo, en declaraciones al canal de televisión BFM, la abuela del menor, Nadia, pidió a los alborotadores que dejen de usar a su nieto como «pretexto» para sembrar la violencia.
«Quiero al policÃa que mató a mi nieto, es todo lo que quiero. Los policÃas están ahÃ, felizmente están ahÃ, y a la gente que está destrozando, les digo: parad», recalcó la abuela del fallecido, identificada como Nadia, que aseguró que confÃa en la justicia. EFE
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