Radio América. El expresidente de Honduras, Manuel Zelaya Rosales, aseguró que no buscan venganza tras el golpe de Estado de 2009, sino la reparación de los daños morales.
El coordinador general de Libertad y Refundación (Libre), informó este viernes en esta casa de radio que después de 12 años la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), admitió una demanda contra el Estado de Honduras por el golpe de Estado de 2009.
Según precisó, su familia tiene seis meses a partir de la notificación para buscar puntos de reconciliación con el Estado hondureño, caso contrario, el gobierno tendría que hacerle frente a un tribunal.
Explicó que ahora lo que prosigue es realizar los análisis respectivos para ver cómo se va a proceder en esta demanda que interpuso hace varios años.
No obstante, aseguró que ni él ni su familia buscan una reposición de daños materiales, «sino de nuestro honor y nuestros derechos porque yo fui derrocado teniendo el ejercicio de la Presidencia de la República por un mandato del pueblo para dirigir el país cuatro años y se interrumpió ese mandato con un conflicto internacional y golpe que dio la CSJ y el Congreso Nacional”.
En el mismo contexto, el también primer caballero de la nación aseguró que el Congreso Nacional de ese periodo le falsificó la firma, “se hizo un decreto de destitución ilegal, y hoy este decreto de amnistía está condenando lo que hizo el Congreso Nacional y la Corte Suprema de Justicia (CSJ)”.
El derrocado presidente dijo que las víctimas del golpe de Estado están de acuerdo en que se busque una reconciliación en el país aclarando a su vez que la amnistía aprobada esta semana por el Congreso que preside Luis Redondo es para las víctimas del golpe, no para el “golpismo que se dio una amnistía en 2010”.
El exgobernante indicó que la reconciliación no pasa por la venganza y la revancha, sino por la justicia.
“En nuestro caso específico nosotros no estamos pidiendo reparación de daños porque eso lo determina la CIDH. Lo que estamos pidiendo es reparación de daños morales no materiales”, remarcó.
Lamentó que hayan pasado 12 años para que la conciencia del pueblo hondureño tuviera la suficiente madurez para votar en contra de una “dictadura” y para darle el voto a una mujer como Xiomara Castro “que fue una víctima del golpe de Estado y enfrentó en las calles toda la represión que había en ese momento”.
Reiteró que no van sobre una compensación material sino sobre una reposición del honor y derechos que les corresponden como hondureños tal y como se los garantiza la misma Constitución de la República.
“Nosotros no vamos a perseguir a nadie, ni queremos venganza. Estamos pidiendo justicia”, reafirmó.