Radio América. El miedo en Honduras y el mundo sigue creciendo por la pandemia del COVID-19, miedo que se apodera e invade con mayor fuerza al personal de salud que son los que están al frente de la batalla.
Ellos también sienten temor y a la vez se preguntan por qué no se les brindan las armas necesarias para vencer la esta lucha.
Temor, dudas e interrogantes escribe el doctor Hugo Alejandro Fiallos en una carta donde desnuda sus sentimientos.
Carta textual:
TENGO MIEDO
Hoy es uno de esos dÃas en los que mi miedo rebasa mi vocación. Despertar cada dÃa y preguntarse: ¿Será hoy? ¿Me contagiaré hoy? ¿Quién me irá a contagiar?
Tengo miedo y ese miedo es a diario, pero el miedo no me inmoviliza hasta que emocionalmente me agota, no por mÃ, yo hace mucho tiempo dejé de preocuparme por mÃ, me preocupo por los mÃos, porque mi esposa y mis hijos son el centro de mi universo, vivo por y para ellos y sé que todos los médicos pensamos igual.
Por eso las preguntas obligadas: ¿Por qué? ¿Por qué no podemos estar seguros? ¿Por qué no nos cuidan? si somos nosotros los que al final les vamos a cuidar a ustedes, ¿Por qué no darnos esa sensación de seguridad que nos haga levantarnos, vencer el miedo e ir a trabajar?
Sé que Honduras va a colapsar, los saqueos están a la vuelta de la esquina, la gente tiene hambre, sus hijos tienen hambre.
Los miembros de la realeza (no, no del real España), se sienten seguros en su palacio, los de Versalles también lo estaban hasta que les pusieron la guillotina en su patio. Ya no se puede detener la curva de infectados, hay que reforzar el dique que va a soportar el golpe de esta ola, porque de lo contrario van a perder el único recurso capacitado para protegerles sus votos, porque para ustedes no son personas, no son niños, no son hombres, no son mujeres; son votos, son asegurar 120 mil lempiras mensuales por 4 años, sin contar los ingresos por los sobornos, las prebendas, los aumentos, el narcotráfico, la extorsión, la explotación y todas esas transas que les han ganado el tÃtulo de «señor».
Los médicos no podemos tener miedo, un médico con miedo duda, y la duda mata. Piensen en esto señores ¡por Dios! Solo somos siete, solo siete personas en esta ciudad capaces de manejar eficientemente un respirador mecánico (no le digo ventilador porque estoy seguro que van a preguntar si de pedestal o de techo) y después vendrán los colegas internistas con conocimiento, habilidad, y disposición, pero no todos tienen la experiencia de manejarlos.
¿Y si los internistas y los neumólogos se enferman? ¿Quiénes quedan?, el resto de médicos. Algunos podrán manejar, una mayorÃa no, pero lo van a intentar porque para eso nos entrenamos, para eso estudiamos. Ojalá que para cuando se den cuenta que debieron protegernos, no sea demasiado tarde para todos. ¡QUE DIOS NO BENDIGA A HONDURAS, QUE LA SALVE!
Doctor Hugo Alejandro Fiallos
Carta tomada de su cuenta de Facebook