Los productores hondureños de arroz exigen al Gobierno que preside Xiomara Castro políticas claras en apoyo al sector agrícola nacional, para no retirarse de una actividad que se ha visto reducida drásticamente en los últimos diez años.
«Necesitamos del Gobierno en este momento políticas claras en apoyo al sector agrícola nacional, porque ya los productores nos estamos retirando del campo», dijo en una entrevista con EFE en Jesús de Otoro, departamento de Intibucá, en el oeste de Honduras, el productor, asesor de la Asociación Hondureña de Agricultores y coordinador de la representación de los arroceros en la Comisión Nacional del Arroz, Fredy Torres.
Se han perdido dos terceras partes de la producción
Agregó que debido a que muchos productores del grano se han retirado, por «primera vez en la historia» de Honduras «estamos exportando productores hacia Estados Unidos», en busca de trabajo.
Según Torres, al cierre de 2015, Honduras, un país de 10 millones de habitantes, tenía una producción de 1,6 millones de quintales (sacos de 45,5 kilos) de arroz, pero en el 2024 se redujo a 502.087 y se espera que este 2025 se sitúe en 400.000.
La situación es atribuida a la desgravación arancelaria derivada del Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, Centroamérica y República Dominicana (CAFTA-DR), a partir de 2015.
Al 1 de enero de 2023 «teníamos un arancel de 0 %, significa esto que todas las agroindustrias nacionales podían importar de Estados Unidos la cantidad de arroz que consideraron necesaria», y «bajo esas condiciones veíamos que la producción nacional pasaba a segundo grado, porque económicamente les era más rentable importar todo lo que necesitaban, los cinco millones de quintales de los Estados Unidos», subrayó.
El país centroamericano tiene una demanda anual de cinco millones de sacos de arroz, y cuando tuvo su producción más alta, de 1,6 millones de sacos, en 2015, se contaba con 3.341 familias dedicadas exclusivamente a esa actividad, afirmó el dirigente del sector.
Señaló además que el Gobierno debió tomar decisiones de inmediato, lo que no ha hecho todavía y tiene a los arroceros en condiciones deplorables.
«Significa que perdimos las dos terceras partes de la producción si comparamos la de 2023 con la de 2015, y lo grave es que desapareció el 92 % de nuestros productores», mientras que «el consumo interno se va incrementando año tras año porque la población va creciendo», enfatizó.
Potenciar los sistemas de riego
Según Torres, por cada diez quintales de arroz que consumen los hondureños, el país solamente está produciendo uno, algo que «es grave, porque Honduras tiende a convertirse en el país más importador del área centroamericana».
Entre otras medidas para apoyar la producción de arroz, Torres considera que el Gobierno debe «potenciar los sistemas de riego», además de asistencia del Banco Nacional de Desarrollo Agrícola, siempre y cuando el productor cumpla con las condiciones requeridas.
«Estamos en una situación muy difícil», dijo Torres, quien además denunció que el Gobierno «ha derogado unos decretos que nos mantenían con vida».
Añadió que el Gobierno «está tratando de eliminar la mesa del arroz», por la que pasa todo lo que tiene que ver con el sector, según «lo ha dicho el ministro de Desarrollo Económico, Fredis Cerrato, en presencia de la titular de Agricultura y Ganadería, Laura Suazo».
«Si esa es una posición del Gobierno, nos preocupa porque hay productores que dicen que ya no siembran una mata más de arroz porque no tiene sentido estar perdiendo. Hemos querido en los últimos dos años reunirnos con la ministra de Agricultura y Ganadería, pero ella no recibe a los productores, mucho menos a los dirigentes», subrayó Torres.
Agregó que «el punto de equilibrio» de los productores de arroz «es el consumidor hondureño» y que para que la actividad sea negocio, debe ser rentable para todas las partes. El arroz, el fríjol y el maíz son granos básicos en la dieta de los hondureños.
«Si vamos a reír, tenemos que reír juntos, y si vamos a llorar, vamos a llorar juntos», apostilló. EFE