Real Madrid venció ayer sábado al Espanyol por 4-1 y sigue en la búsqueda de su mejor versión que según el DT italiano, sigue siendo una cuenta pendiente de los merengues.
Mejoró sus dubitativos arranques de partidos el Real Madrid, carente de pegada en el primer acto para trasladar su mejorÃa al marcador de nuevo en el segundo. Con un fútbol más continuo que va ganando ritmo según avanzan los partidos. Ayudó la aparición de Modric como referente con balón, la movilidad y el ofrecimiento de Bellingham y la inspiración de Arda Güler cada vez que recibió el balón. Pero Ancelotti tuvo que recurrir a ‘Vini’ para enderezar el camino.
Era un dÃa sin VinÃcius. Una situación inhabitual en el Real Madrid y en el Santiago Bernabéu. Lejos el brasileño de ser el martillo pilón de los últimos cursos por un momento bajo de forma, pero siempre importante como para que se sienta su ausencia. Letal saliendo desde el banquillo, con el rival más desgastado, para reencontrarse con su imagen que decide duelos.
Espanyol soportó el primer tiempo ante el Real MadridÂ
Apareció por la izquierda Rodrygo pero más presencia tuvo Güler en el costado derecho. Desbordando hacia dentro para asistir o buscar el gol. Resistió el primer acto el Espanyol, rememorando lo logrado en el Metropolitano donde rascó un empate sin goles ante el Atleti.
Pero la realidad es que no hubo disparos a puerta ni la necesidad de milagros, como ante el Stuttgart, del portero belga que posteriormente pasarÃa de héroe a la ingratitud del error del que no puede fallar. Jugó su primer partido del curso como central Tchouaméni, y pudo jugar cualquiera consciente Ancelotti de la poca exigencia que tendrÃa. Modric mejoró la conexión con los delanteros, Güler la ‘limpieza’ del último pase.
Tras un gran susto de Bellingham en su hombro dañado, se inició la búsqueda del gol madridista. Y fue, como no, Mbappé el más activo.
Todo seguÃa el guion de los partidos de este curso en el Bernabéu, acostumbrado el madrisdismo al empate sin goles al descanso y al triunfo en el segundo. Apretando ante el sentimiento de necesidad. Lo esperaba cuando en al reanudación Mbappé se giraba dentro del área y chutaba de nuevo a puerta. Y la sorpresa saltaba cuando tras dos acercamientos, con disparo de Jofre cerca del travesaño y un gran golpeo de Král, llegó el gol inesperado.
Castigo Joan GarcÃa con un pase en largo la relajación defensiva de Carvajal, que no recuperó su puesto. Corrió Güler para intentar taponar el centro de Jofre desde la lÃnea de fondo con la mala fortuna para Courtois de introducir en su porterÃa un centro para el que no habÃa rematador. Pero duró poco la alegrÃa del Espanyol. Inmediatamente VinÃcius saltó a escena y en cuatro minutos ya habÃa empatado el Real Madrid.
Reaccionaron los merenguesÂ
Las cosas del fútbol, con una acción similar, castigando el error de Carlos Romero en una mala salida de balón, con el centro de Bellingham y el fallo de Joan para que Carvajal curase penas a puerta vacÃa. La avalancha madridista ya la habÃa iniciado un disparo lejano de Valverde y aparecÃan las estampidas en carrera de Mbappé, Rodrygo aumentaba su presencia y VinÃcius, con el rival más desgastado, encontraba el mejor escenario para brillar.
Fue cuando apareció VinÃcius en su zona de influencia y desde el costado izquierdo inventó un pase exquisito con el exterior del pie izquierdo a la llegada de Rodrygo para dar la vuelta al partido. Y poco después, era él quien se citaba con el gol, tras otro fallo grosero, en este caso de Aguado, con robo de Mbappé que asistió al brasileño para que afinase en la definición en carrera.
Con el partido sentenciado, apareció el hambre de éxito de Endrick. Luchó por un balón que se perdÃa y acabó provocando un claro penalti por agarrón de Král que sirvió a Mbappé para cerrar la goleada y extender su buena dinámica goleadora.
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