Kylian Mbappé salió del José Zorrilla con un triplete ante un Valladolid que lo intentó, pero demostró no tener suficientes herramientas para hacerle frente al Real Madrid.
David Torres cabeceaba un centro que, aunque cogió portería, halló al imbatido este sábado Courtois. Una primera llegada de las pocas que, previsiblemente, iban a tener los vallisoletanos.
De hecho, el conjunto merengue -en este caso de naranja- no tardó en empezar a tomar las riendas del juego y a controlar la posesión del balón, ante un rival motivado, especialmente Mario Martín, jugador cedido por el Real Madrid.
Pero en esos compases iniciales, aunque el conjunto madrileño alcanzaba sin problema el área local, se encontró con una defensa bien plantada y organizada. Eso sí, el desgaste estaba siendo importante y podía pasar factura a medio-largo plazo.
No se mostraban amedrentados los de Diego Cocca. De hecho, Marcos André reclamó su protagonismo y, tras una buena jugada personal, dejó el balón para que Sylla lanzara un fuerte disparo que despejó el meta belga.
Justo después probaba suerte Rüdiger desde larga distancia y su disparo tuvo que ser desviado por Hein en una acertada intervención. El Real Madrid estaba llegando ya con más claridad a la zona caliente de los vallisoletanos.
La calidad del Real Madrid se sobrepuso
La calidad de los de Ancelotti quedó constatada con la pared entre Bellingham y Mbappé que el delantero francés definió a la perfección con un tiro cruzado ante el que nada pudo hacer Hein. Subía el 0-1 al marcador del José Zorrilla.
Con apenas tres pases y una veloz asociación, más la efectividad de un Mbappé que sigue añadiendo tantos a su casillero particular, el Real Madrid cobraba ventaja ante un Real Valladolid que plantó cara dentro de sus posibilidades.
Sin cambios en ninguna de las dos escuadras comenzó con más lentitud la segunda parte, pero se mantuvo el control de los madrileños, aunque fue Iván Sánchez el que con un centro chut obligó a Courtois a intervenir.
Un espejismo. Porque el Real Valladolid apenas lograba enlazar más de tres pases seguidos la mayoría de las veces porque delante tenían jugadores con una velocidad y unas cualidades propias de un equipo de Champions.
Y, de nuevo, con apenas dos pases entre Rodrygo y Mbappé, éste terminaba plantándose frente a Hein con una rapidez que dejó totalmente rota la defensa local para subir el segundo tanto al electrónico.
Modric pudo añadir el tercero, pero su disparo salió demasiado cruzado, tras una buena jugada de Arla Güller. El tercero llegaría, ya en el tiempo de prolongación y de penalti.
Una pena máxima un tanto rigurosa, que el colegiado señaló tras comprobar en el VAR que Mario Martín, tras contactar con el balón, derribaba a Bellingham dentro del área pequeña. Y Mbappé no perdonó, para dejar el resultado en el definitivo 0-3.
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