El artículo de Gizmodo, al más puro estilo izquierdista, tergiversó mis posturas, insinuando que yo abogaba por una intervención militar en la política hondureña, a la vez que demonizaba la libre empresa y el capitalismo con falsedades.
Atacaron a Próspera, así como a los intrépidos líderes Javier Milei de Argentina y Nayib Bukele de El Salvador, obviamente con la esperanza de que la plaga del madurismo infectara a toda Latinoamérica.
La izquierda histérica me ataca porque creo firmemente que el expresidente Juan Orlando Hernández fue incriminado fraudulentamente por narcotráfico, de la misma manera que se presentaron cargos falsos contra el presidente Donald Trump.
También he instado encarecidamente al presidente Trump a desclasificar todos los documentos relacionados con el arresto y procesamiento del presidente Juan Orlando Hernández para revelar la verdad.
Esta exigencia de rendición de cuentas pone furiosos a los comunistas hondureños.
Los liberales de torre de marfil siempre se conforman con dejar sufrir a la gente de países en desarrollo para impulsar sus nobles experimentos. Aplauden a gobernantes despóticos como la presidenta hondureña Xiomara Castro mientras atacan la inversión empresarial y profieren consignas absurdas como «el poder al pueblo», pero guardan un silencio ostentoso mientras la corrupción y la miseria se disparan.
Las recientes elecciones hondureñas son una muestra de la bancarrota moral del actual liderazgo nacional.
Durante las elecciones primarias nacionales hondureñas del 9 de marzo, Associated Press informó que los centros de votación fueron cerrados a la fuerza el día de las elecciones porque, convenientemente, «carecían de material electoral».
Military-Backed Election Fraud in Honduras Shows Need for Trump to Take Actionhttps://t.co/wK13OrEjB1
— Roger Stone (@RogerJStoneJr) April 8, 2025
Según un informe de El Heraldo, solo 10 de los 152 centros de votación recibieron el material electoral necesario para realizar la votación antes del día de las elecciones en el concurrido centro industrial de San Pedro Sula.
El fraude fue demasiado generalizado como para que los medios de comunicación falsos lo encubrieran.
Los principales medios de comunicación en Honduras implicaron a funcionarios del gobernante Partido LIBRE por llegar a los centros de votación con maletas llenas de papeletas ilegales ya llenas.
AP admitió que la privación del derecho al voto se estaba produciendo a gran escala durante las elecciones primarias hondureñas, entrevistando a votantes indignados y consternados por el humillante proceso.
“Vemos que es evidente que se están violando nuestros derechos y pedimos a las Fuerzas Armadas que asuman su responsabilidad, porque esto es una burla”, declaró Sandra López, abogada de 54 años cuyo centro de votación fue clausurado.
“Creo que esto deja mucho que desear por parte del Consejo Nacional Electoral, y la gente ya empieza a dudar de la transparencia de las elecciones”, declaró Vizmar Zepeda, periodista desempleado de 29 años.
Cossette López, presidenta del Consejo Nacional Electoral, afirmó que fueron las fuerzas armadas, lideradas por el ministro de Defensa, Rixi Moncada, las responsables de la preparación inadecuada de los centros de votación el día de las elecciones.
“Pueblo hondureño, nadie puede ni debe conspirar contra nuestro derecho al voto. Nadie debe triunfar en esas intenciones. Así como hemos ganado pequeñas batallas, ganaremos esta batalla contra quienes han actuado contra nuestro derecho al voto”, afirmó.
“Exigimos que todos los involucrados en estas anomalías rindan cuentas. Esto no puede volver a suceder. Los hondureños somos un gran pueblo con una sólida formación cívica y hemos demostrado que defenderemos nuestra democracia”, declaró Anabel Gallardo, presidenta del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (COHEP), en una publicación en X.
Moncada no solo es el ministro de Defensa encargado de supervisar las elecciones hondureñas, sino que también es el heredero aparente de Xiomara Castro por el Partido LIBRE para ser la próxima presidenta del país…
Ganó la nominación de su partido sin oposición para presentarse a las elecciones generales de noviembre, donde se enfrentará al candidato del Partido Liberal, Salvador Nasralla, y a Papi a la Orden, del Partido Nacional, en una contienda a tres bandas para determinar quién será el próximo líder nacional hondureño.
El pueblo hondureño está indignado, con razón, por el fraude electoral.
En el mejor de los casos, se trata de un caso de incompetencia abrumadora, del tipo que fácilmente debería descalificar al funcionario electo que supervisa las elecciones para ejercer la presidencia.
Desafortunadamente, lo más probable con el fraude en las elecciones primarias es que la ciudadanía se prepare para anomalías e irregularidades que se utilizarán para robar el voto en noviembre.
El Partido LIBRE tiene vínculos estrechos con el dictador venezolano Nicolás Maduro y no duda en importar sus tácticas dictatoriales para aferrarse al poder.
La ciudad de Próspera y otras ciudades creadas bajo la visionaria ley de Zonas de Empleo y Desarrollo Económico (ZEDE) brindan a la población la oportunidad de escapar de los problemas endémicos del clima político hondureño, donde los golpes de Estado y los arrestos de funcionarios de la oposición son frecuentes.
Próspera da esperanza a los hondureños de que pueden escapar del ciclo de pobreza generado por la inestabilidad gubernamental.
El plan de derechos de propiedad, impuestos limitados y regulación empresarial que promueve la innovación, promulgado por Próspera, ha generado prosperidad dondequiera que se haya implementado y transformará también a América Latina si las dictaduras de pacotilla no se interponen en su camino.
No es descabellado solicitar la intervención de Estados Unidos y reducir la probabilidad de que el régimen socialista robe las elecciones y subyugue al pueblo hondureño.
Esto no se logra abogando por una intervención militar, sino mediante el indulto del expresidente Juan Orlando Hernández (JOH).
Juzgado en un tribunal irregular, JOH fue incriminado por ser un narcotraficante por los mismos hombres a quienes ayudó a encarcelar, algunos de los cuales hoy en día siguen en libertad a pesar de haber cometido brutales asesinatos y traficado toneladas de cocaína a Estados Unidos.
El regreso de JOH a Honduras sería una señal innegable de que el mandato socialista del Partido LIBRE para la reforma nacional era ilusorio.
Sería un golpe mortal para un régimen que se tambalea al borde de la extinción tras años de promesas incumplidas y comportamiento violento, deshaciendo un grave error y provocando muchas lágrimas izquierdistas en el proceso.
Un indulto de Trump a JOH permite a Honduras evitar los caminos infernales que tomaron países como Venezuela y Cuba, a la vez que da a ciudades libres como Próspera un respiro.
Una mejor vida para el pueblo hondureño aguarda, y Estados Unidos debe desempeñar un papel en esta honorable tarea. (Traducción libre).
LEA REPORTAJE EN INGLÉS: https://www.stonecoldtruth.com/p/military-backed-election-fraud-in