Radio América. Hace nueve años, un incendio de grandes proporciones enlutó a familias hondureñas y marcó historia en el sistema carcelario de Honduras.
El enorme incendio en la Granja Penal de Comayagua, provocó la muerte de 361 personas, incluidos muchos reos atrapados en sus celdas, en la mayor tragedia de este tipo ocurrida en el país centroamericano.
Se supo que fue en el módulo seis donde se desató un voraz incendio que en término de minutos se extendió por casi todo el reclusorio. Eran aproximadamente las 10:45 de la noche del martes cuando los 105 privados de libertad que habitaban allí comenzaron a gritar desesperados con la esperanza de un auxilio que nunca llegó.
La misma situación enfrentaron los internos de los módulos 7, 8, 9 y 10, con la diferencia que estos tuvieron más tiempo para derribar los techos de cinc y madera, lo que permitió que muchos lograran salvar sus vidas al saltar por la parte de arriba.
En su momento se consideró que el siniestro podría haber sido provocado por un accidente debido a una sobrecarga y se descartó que hubiera mano criminal, según un informe de expertos estadounidenses.
Cientos de reclusos han perdido la vida en motines, revueltas e incendios registrados en las prisiones latinoamericanas en los últimos veintiséis años, pero la tragedia de Comayagua supera con creces cualquiera de los precedentes dramas.