(AFP). El presidente estadounidense, Donald Trump, dijo este martes que está 100% listo para cerrar la frontera con México para frenar el flujo de migrantes, pese al impacto «potencialmente catastrófico» para la economÃa de Estados Unidos.
Si México no impide que los migrantes crucen por su territorio y si el Congreso no toma medidas «la frontera será cerrada, eso es 100% seguro», dijo el presidente estadounidense a periodistas.
El mandatario dijo que quizás se podrÃan cerrar algunas secciones y no toda la frontera común de más de 3.000 kilómetros.
«Seguro, esto tendrÃa un impacto negativo en la economÃa (…) pero la seguridad es más importante», indicó.
La amenaza de cerrar la frontera que movió un flujo comercial de 612.000 millones de dólares en 2018, le valió a Trump advertencias de su propio campo.
El lÃder de la mayorÃa republicana del Senado, Mitch McConnell, dijo a los periodistas que concuerda con Trump en que hay una crisis en la frontera, pero advirtió sobre las consecuencias económicas.
«Cerrar la frontera tendrÃa un impacto potencialmente catastrófico para nuestro paÃs y yo espero no haga nada del estilo», dijo el legislador.
La Cámara de Comercio estadounidense advirtió que cerrar la frontera serÃa una «debacle asegurada», ya que hay cinco millones de empleos que dependen del comercio con México.
El consejero económico de la Casa Blanca, Larry Kudlow, dijo de su lado que están trabajando en un plan para minimizar el impacto.
«La cuestión es si podemos lidiar con esto y no tener un perjuicio económico», planteó en una entrevista a la cadena CNBC.
«Para mà la respuesta es que sà podemos y hay gente estudiando distintas opciones, particularmente si podemos dejar abiertos los carriles de carga», dijo.
– «Todas las opciones están sobre la mesa» –
Varios funcionarios del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) indicaron que se están preparando para la posibilidad de un cierre en algunos puertos de entrada debido al despliegue de efectivos para frenar la inmigración irregular, en un momento en que las autoridades esperan que las detenciones de migrantes alcancen las 100.000 personas por mes.
La secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, recortó un viaje a Europa para asistir a una reunión prevista en la mañana del martes sobre la crisis en la frontera.
Un funcionario del Departamento de Seguridad Nacional que pidió no ser identificado dijo a periodistas que todavÃa no se habÃa tomado una decisión sobre el tema. «Ahora mismo todas las opciones están sobre la mesa», aseguró.
«El volumen de población vulnerable que está llegando es insostenible (…) La situación humanitaria no puede ser ignorada y la situación de seguridad no puede ser ignorada», dijo.
Trump dijo que los funcionarios mexicanos habÃan reaccionado en los últimos dÃas a sus amenazas de la semana pasada frenando las caravanas de migrantes, que huyen de la pobreza y de la violencia en los tres paÃses del Triángulo Norte de América Central.
México «dio un gran paso en los últimos dos dÃas», dijo, precisando que tendrÃan que seguir asà para evitar un cierre de la frontera.
El presidente estadounidense también defendió su decisión de recortar «cientos de millones de dólares» en ayuda de Estados Unidos para Honduras, El Salvador y Guatemala, acusándolos de organizar las caravanas.
El portavoz del Departamento de Estado, Robert Palladino, precisó que las partidas recortadas suman 450 millones de dólares.
El lunes Nielsen ordenó una operación de emergencia en la zona reasignando a 750 efectivos a tramos de la frontera donde llegan los migrantes.
Muchos de estos funcionarios fueron sacados de puertos de entrada oficiales, lo que enlenteció el tráfico de personas y de vehÃculos comerciales.
– Hasta ocho horas de espera –
En el punto de entrada a Estados Unidos de Brownsville, en Texas, los retrasos alcanzaban las tres horas por segundo dÃa consecutivo y en otras zonas llegaban a dos.
Después de que la semana pasada la oficina de Aduanas y Protección de Fronteras (CBP) de Estados Unidos denunciara «una crisis» sin precedentes, el paso entre Ciudad Júarez, en el estado mexicano de Chihuahua, y en El Paso, en Texas, está «colapsado», señaló Andrés Morales Arreola, director de Operaciones del Fideicomiso de los Puentes Fronterizos de Chihuahua.
Gabriel Blanco, conductor de un camión de carga, dijo a la AFP que el tiempo promedio de espera hasta la semana pasada era de 30 a 45 minutos, pero que desde el fin de semana lo menos que ha tardado son cuatro horas, y en algunos casos hasta ocho.
Esto, «es perdida de tiempo, gasolina, para las empresas es mucho», explicó el conductor.
Para los vehÃculos de pasajeros, la espera se extendÃa hasta por cinco horas.
«Lo que quiere Trump es asustar al gobierno mexicano para que detenga a los migrantes, amenaza con cerrar la frontera, pero a Estados Unidos no le conviene», dijo Julián Sánchez, quien después de dos horas cruzó de Ciudad Juárez hasta El Paso.
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