Radio América. El vicecanciller de Honduras en los Estados Unidos, Antonio García, se refirió al tema del Fondo de Solidaridad Hondureño (FOSMIH) luego de las declaraciones del activista pro migrantes, Isaac Dubón, remarcando que se utiliza ese dinero para pagar contratos en el país del norte de América.
«El fondo del FOSMIH, que el Congreso Nacional autoriza año con año a la cancillería para la problemática de los migrantes hondureños, es un fondo de solidaridad. Cuando una persona que fallece y hay que repatriarla a Honduras, el costo de esa repatriación la asume el Estado hondureño. Cuando se visita a un hondureño en prisión y ver su situación y asegurar un justo proceso, está ese dinero, también para documentar a algún compatriota que regresa o necesita regresar al país. Un migrante con problemas de calamidad o una ayuda puntual muy humanitaria son el tipo de situaciones y particularidades por el que se creó el fondo FOSMIH», indicó el funcionario.
Sin embargo, aclaró que el fondo no pueden ser utilizados para trámites consulares como la emisión de pasaportes, carta poder, para realizar una cita con el consulado, entre otras acciones que sean de carácter consular.
Antonio García responde a activista
El pasado martes, Isaac Dubón, ironizó en su cuenta de Twitter al escribir que «se supone que los fideicomisos fueron eliminados, los 5 millones de dólares del FOSMIH todavía existen porque de ahí se le está pagando a algunos contratos locales en los Estados Unidos, ¿ese fideicomiso no fue eliminado verdad?», escribió el activista además de citar al canciller Enrique Reina.
«Yo escuché la denuncia hecha por Isaac en una radio donde dice que si los consulados generan tanto dinero, porqué no se usa ese dinero para un buen servicio, para suficiente personal, suficientes máquinas, o para tener más consulados móviles. Es un punto muy válido. El año pasado los consulados en Estados Unidos produjeron más de 17 millones de dólares», expresó el diplomático.
Por otra parte, recordó que el gobierno anterior había destinado las ventas de esos pasaportes se habían destinado a la Cancillería y no al consulado como lo establecer de Ley de Servicio Exterior. «El gobierno anterior, hace como seis años, decidió que el dinero de los pasaportes recolectado en el exterior fueran a dar al instituto Nacional de Migración», cerró.